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Arquitectos: díaz|rojo arquitectos; díaz|rojo arquitectos (Rafael Rojo Sempau, Esteban Díaz Amunarriz)
- Área: 8785 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Kike Llamas, Cortesía de díaz|rojo arquitectos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Centro de Salud de La Corredoria es un edificio de nueva planta cuyo programa demandaba hasta cuatro áreas funcionales independientes, desde Urgencias hasta zona de internamiento psiquiátrico, pasando por el característico programa de ambulatorio; y todo ello en un entorno suburbano totalmente descaracterizado, sin apenas referencias salvo la loma redondeada a la que debía sustituir el edificio, el trazado levemente curvo de todas las calles del barrio de La Corredoria y las visuales lejanas del monte Naranco, como una silueta suavemente curvada.
La primera decisión es dar una respuesta única a los dos requisitos: aferrarse al lugar, y generar una respuesta unitaria de todo el programa al entorno cercano que dé carácter al edificio y, por lo tanto, al espacio urbano generado a su alrededor.
Se analiza el programa de las distintas áreas y se van separando los usos que se consideran permanentes, de los espacios susceptibles de variación en un futuro: circulaciones, núcleos de aseos, zonas de espera, etc. formarían parte del primer grupo, el de los espacios consolidados, y todas las dependencias asistenciales y administrativas como consultas, salas de curas, despachos y hasta habitaciones de internamiento se inscriben en la segunda categoría.
El primer grupo se compone tanto de pequeñas dependencias como de amplios espacios abiertos. Por ello, y por la improbable necesidad de cambio, se considera que todos estos espacios pueden adaptarse a geometrías irregulares.
Al contrario, los espacios administrativos y asistenciales, de escala media, necesitan para su funcionalidad la polivalencia y la regularidad.
Por todo ello, el edificio tiene dos fachadas a las que vierten los dos grandes grupos de estancias enunciados: la fachada curva que responde a las alineaciones irregulares de la parcela y conforma la imagen del edificio recoge todos los espacios que consideramos consolidados. Haciendo referencia al entorno curvo inmediato de las calles del barrio, y el entorno más lejano del paisaje de colinas de la zona central asturiana. La fachada opuesta, retirada del lindero más regular, es la correspondiente a las piezas regulares de edificación, las que albergan todo el programa que requiere polivalencia.
Entre una y otra parte del programa, el gran espacio distribuidor -en planta y sección- va cosiendo espacios y buscando la luz de todos los patios.